sábado



Casi sin pensar mi dedo que no piensa recorre la arena del suelo y traza casi sin trazar líneas que van y vienen, giran y giran. Miro. Sí, una línea horizontal que gira hacia arriba, y luego otra, y otra al otro lado, y otra… Líneas que son ramas, ramas que crecen más allá de la arena tibia que surca mi dedo.

Casi sin pensar oigo el murmullo de un río que pasa lánguido bajo las ramas de un abedul que aguarda. Y oigo sin oír sus pequeñas hojas que caen en el agua, casi sin ruido, sin pesar alguno.

Extraño este veranillo de San Miguel. Sin vencejos en el cielo y con la tibieza de un sol de otoño. Los vencejos… un día están, otro día no están. Pero nunca se están yendo. Ni siquiera me daba cuenta y ya el cielo se vaciaba de sus sombras y sus gritos, ni siquiera pensaba que el verano se deshacía entre sus alas y el otoño venía con su tibio sol de membrillo.

Tan extraña me siento caminando bajo la sombra de los castaños de indias y sus hojas como manos abiertas. Extiendo mis dedos bajo sus dedos. Mi mano bajo su mano de sombra. Siento su frescor leve sobre mi piel. En mi mano el frescor de esta sombra que se va, que ya se está yendo, se siente más intenso.

El sol dorado
entre las hojas verdes
se estremece.

Mi mano sobre la arena. Y sobre mi mano este solecito que se disuelve entre cada célula de mi ser. Mi ser… mi ser tibio y ligero como un vencejo que se va, que ya se está yendo. Mi ser que calla en mi silencio, que tiembla en las hojas que caen sobre el agua que pasa.

Sobre la arena, mi mano tibia… Y qué decir cuando decir es nada.



5 comentarios:

Delia dijo...

Río Ceballos
se asoma y vuelve
desde mi niñez

Así es, creo que todos tenemos un río cantarino y fresco que nos llega desde siempre, no importa cómo se llame ni donde se encuentra; pero allí está y lo vemos en otros ríos o en otros mares y su magia persiste.
Así me llegó tu relato.
Un beso.

John Table dijo...

cosas y datos desde la orilla:
hanser, bacta lacta, y yo (john table) somos todos de la pequeña isla de gran canaria y vecinos .
porque te cuento esto?? mmm
te seguimos ,
un abrazo

rodolfo dijo...

Si supieras la paz que me trasmites?
Tu hablar pausado, como las aguas del arroyo que recoje las hojas silenciosas
Transciendes.
Un beso, amiga

Anónimo dijo...

Buen relato Scrins; me encanta la "contradicción" de los verbos (oigo sin oir, se van pero nunca se están yendo...)

Un recurso muy bien utilizado; además dejas un buen sabor de boca, los colores del otoño, tan cálidos, sin querer olvidar el verano ya pasado.

Un beso

febade dijo...

Qué decir Scrins. Impacientas mi deseo por leer más.

Un saludo